De ida llevamos maletas cargadas de ilusión, fantasías, expectativas y sobre todo de muchas cosas del pasado.
De regreso traemos los recursos de la selva instalados en el cuerpo, y una energía sanadora en cada una de nuestras células. Esta experiencia es única e irrepetible, te invita a meditar sobre tu salud, tu lugar en el mundo, tu circunstancia vital y en cómo te gustaría verla mejorar.
Cada persona encuentra su momento y su oportunidad de superarse cuando da el salto, no cuando ya está preparada para darlo, sino una vez que se toma la decisión, entonces el proceso mismo hace que la preparación suceda naturalmente."